Insatisfacción
Por Armella – Duarte
(Segundo cuatrimestre 2022)
Un comportamiento común para las personas es expresar la insatisfacción o la inconformidad. Siempre se dice que, para los argentinos, es su segunda naturaleza. Cuando hablamos del sistema de salud pública, no se puede evitar: siempre queda un sabor a frustración y algo inacabado, pero sobre todo… a potencial desperdiciado…
Esta situación es un espejo de lo que sucede con la educación pública, sin saber si se debe a la gran cantidad de personas que dependen de ellas, la falta de presupuesto o una combinación de ambas. Mientras ésta escasea, se destinan los cuidados y el dinero de las subvenciones a otras áreas, que dejan mucho que desear.
Aquí, el sistema de salud es gratuito: ese hecho -en sí mismo- es un logro impresionante que muy pocos países han podido imitar y gozar. No sólo no discrimina la atención -ni recursos- en caso de necesidad, sino que tampoco importa si la persona es rica, pobre, ciudadana, extranjera legal o ilegal; las veces que no se alcanzan las expectativas no es por falta de profesionales calificados (de hecho, sobran profesionales con alta calificación) sino debido a la falta de infraestructura, materiales e insumos.
La falta de vacunas, medicamentos, insumos en los hospitales y centros de salud barriales son rutinarios. No es raro escuchar a una mamá que diga: “no es que haya mala atención, al contrario, pero no tienen vacunas para los nenes; la pediatra me dijo “lo sentimos mami, pero nos faltan las vacunas” y no se sabe cuándo van a llegar” o una señora mayor, diciendo: “entre julio y agosto faltaron las vacunas contra la gripe, se supone que son imprescindibles a mi edad, pero … estaban en falta dijeron y, aunque me enoja, sé que no es culpa de los médicos o las enfermeras…”. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que se repite en la provincia de Buenos Aires y en todo el país.
Es evidente que, en un país como el nuestro (siempre repleto de problemas de presupuesto, sin importar la bandera política que lidere), el mantener el sistema salud pública es un logro, sin duda.