Un corte de indiferencia
Por Cansino Analía, González Candela y García Fiorella.
(Primer cuatrimestre 2022)
Santiago González, es un joven con Síndrome de Down que reside en un pequeño barrio de Longchamps, tiene una sonrisa alegre y amistosa junto a unos almendrados ojos brillantes cubiertos por sus anteojos grandes que contagian luz e inocencia. Siempre vestido con remeras de sus personajes favoritos que terminan de complementar su colorida personalidad. Pero como en la vida no todo es color de rosa, él debe enfrentarse a varias injusticias a lo largo de su día a día.
Era un frío lunes de invierno, Santiago estaba entusiasmado porque en la tarde iría a la peluquería con su madre y había estado parloteando sin parar de la fiesta de cumpleaños de su mejor amigo que era al día siguiente en su Centro de Día. Siempre había sido el alma de las fiestas -según sus amigos un bailarín excepcional- y todos adoraban su buena compañía. Llegó la hora de ir a la peluquería y durante el trayecto al lugar, comerciantes y amigos del barrio lo saludaban, es innegable que es muy querido en el barrio. El lugar elegido para su nuevo corte fue una peluquería que está a pocas cuadras de su casa y que en varias ocasiones había ido.
Al llegar, Santiago saludó con entusiasmo y pregunto si podía ser atendido. El peluquero lo trató con desgano y se negó a atenderlo. Su mamá, para nada sorprendida por la situación preguntó “¿Por qué el rechazo?”, él le respondió con fastidio “No me siento cómodo atendiendo a personas como él”.
“Santi no muerde” dijo la madre con gracia aunque por dentro sintió pena. Nuevamente, su hijo estaba siendo marginado. Lo que comenzó siendo un buen día había terminado en enfados y decepción. La situación desbordó a Santi de preguntas hacía su madre. “¿Por qué la gente es mala?” Repitió camino a su casa. Un antes y un después en Santiago se produjo tras aquel día. Ya no quería salir, se tapaba con las capuchas de sus buzos para ocultar lo que él creía que estaba mal. Desde ese día, Santi decidió que no volvería a ese lugar, que solo le había causado mucha angustia y dolor.