Pintando la memoria
Por Rosana Pavón y Milena
Di Gregorio
2° cuatrimestre 2018

Las horas de los días pasan volando. Gente
que viene y que va, cada uno con la prisa por llegar a sus actividades, sin
tiempo alguno para detenerse a observar los espacios, los lugares.
Este mural está allí; muchas veces ignorado por
los que llegan a la Universidad; con sus frases imponentes, con sus colores, con sus dibujos. Nos muestra una
lucha interminable, esa por la que miles de nietos fueron arrebatados en la
última dictadura militar. Abuelas llenas de dolor exigiendo justicia por los
30.000 desaparecidos. También en el se ve la foto de Santiago Maldonado que
después de una búsqueda llena de dudas fue hallado sin vida.
Cuánto dolor hay en el mural, que no está visible a los ojos del que simplemente pasa
cerca de él y lo ve como uno más, de tantos murales, pero hay en el un motivo, una
razón de estar pintado aquí; revive ese tiempo de horror, de luchas y de
censuras que marcaron para siempre nuestras
vidas.
Esta
lucha grabada en él se asemeja con aquella que tuvieron los jóvenes cordobeses en
1918, que se rebelaron contra la doctrina y el autoritarismo que sufrían en launiversidad,cuando
proclamabanuna democracia universitaria,
que se respetarán sus derechos como estudiantes, cansados de aquel dominio clerical; esa lucha sigue latente a 100 años de su inicio.
Era
impensable en aquel tiempo de opresión
ver estas postales, estos mensajes de libre expresión,después de querer callar
las opiniones, los pensamientos. Este mural, significa mucho para cada uno denosotros,
que día tras día peleamos por nuestros derechos, que nos hacemos
escuchar en cada marcha, en cada manifestación. No nos dejamos vencer por la
manipulación de los que nos quieren derrocar,
este mural es sólo una parte de todo lo
ocurridoen tan duras épocas de dictadura.
Todo
aquel que se detenga por un segundo a verlo, sentirá como suyo el dolor de los
que vivieron las opresiones, elhostigamiento, sentirá que esas como muchas otras luchas son y serán parte imborrable de nuestra historia. Porque
todo lo vivido con valentía y sacrificio marca la memoria inexorablemente, más allá de
este mural pintado hoy aquí, y de todo el dolor e incertidumbre que muchas
veces no vemos a simple vista, pero que
está; y no por estar pintada en paredes o carteles, sino porque dejaron huellas
que indudablemente, quedaran grabadas en nuestras memorias y nos confirmaran en
nuestras vidas. Como dice John Berger en “Abrir la Cancela”; “En la vida diaria
realizamos un intercambio constante con la inmensa serie de apariencias que nos
rodean a veces son muy conocidas; a veces inesperadas, pero siempre nos
confirman en nuestras vidas”.