Por la fuerza de mis manos
Por Aylen Meza y Thomas Ungra
Primer cuatrimestre 2017
El trabajo de albañil es uno de los más peligrosos, específicamente, se encuentra séptimo en el ranking de los trabajos más riesgosos de Argentina, en donde cada año aumenta el número de accidentes.
A varios metros de altura, sin protección que le asegure alguna posible caída, y solamente con una gorrita que apenas llega a cubrir su cabeza del sol, Sergio de 28 años recibe un ladrillo disparado de las manos de un hombre de más experiencia, su padre, cuya edad no es de las más adecuadas para ese tipo de esfuerzos.
Si bien el trabajo en la construcción no es sinónimo de precariedad, estos trabajadores están expuestos constantemente a químicos como el cemento, la radiación solar, pintura y solventes. Los esfuerzos por cargar sus materiales de trabajo que son, tarde o temprano, causa de enfermedades en los huesos o en las articulaciones, la altura en trabajos de edificación, son los principales ítems en los que se basó la Superintendencia de Riesgos del Trabajo para asegurar que año tras año se contabilizan mayor cantidad de accidentes laborales en el área de la construcción.
Sergio comenta que desde pequeño su padre le enseñó a realizar las actividades de esta ocupación, como es entendible, en ocasiones no siente satisfacción con la labor por el esfuerzo sobrehumano en algunas tareas. “Si me dieran la oportunidad de conseguir un trabajo diferente, lo haría. Muchas veces me rechazaron por no tener mis estudios completos” comenta.
En la actualidad, la labor en la construcción tuvo una caída contundente en diversas áreas, según INDEC hay 51mil puestos menos, el empleo formal en el año 2016 bajó un 10,3% interanual, una situación desalentadora no sólo para este sector sino para el trabajo en general, ya que los datos de ese año (2016) registra que el 33% de los trabajadores en Argentina están en negro.
“Requiere mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo, pero es la única manera que tengo para trabajar hoy en día” finaliza Sergio.
Otra de las problemáticas de este trabajo es que en Argentina los obreros en “negro” no cuentan con seguro médico ni aportes jubilatorios, sumado a los abusos en las pagas de parte de los empleadores.
Cuando hablamos con Sergio, nos comentó sobre dicha problemática, “trabajé mucho tiempo en negro y me sentía manipulado, realizaba mis tareas sabiendo que si me lastimaba nadie iba a responder por mí”. Este testimonio da reflejo de la problemática que sufren miles de personas a diario.
En otro de sus testimonios, Sergio afirma que en su anterior trabajo el empleador abusaba de los empleados haciendo saber que si ellos podían trabajar en blanco éste los echaba y contrataba a otra persona.
En nuestra opinión, estos factores adversos para los trabajadores no sólo están presentes en el rubro de la construcción, sino también en muchos más, esto se debe al desinterés de los empleadores por la salud física y mental de sus obreros y también al poco control de las autoridades para regularizar el funcionamiento óptimo en los puestos de trabajos.