Resultado positivo
Por Micaela Ibarra y Melina Ruiz Díaz
Primer cuatrimestre 2017
Hermoso, especial, mágico entre tantos otros adjetivos, se suman a una lista interminable que algunas veces entre lágrimas, los padres emplean para intentar explicar qué es la llegada de un hijo. Nati, la mujer de la foto, después de una ansiosa espera comprenderá esa mezcla de emociones. ¿Podráencontrar las palabras exactas? Quizá la respuesta a este interrogante, sea la combinación de todos los adjetivos derivados de la sensación “felicidad”. Por ahora se conforma con hacerle caricias a la panza que de vez en cuando, le responde con pataditas o movimientos que suelen doler o molestar. Pero para una madre es como una especie de conversación, una muestra de cariño.
Con tanto regocijo manifestado, muy pocos se imaginan cuán difícil le resultó quedar embarazada. Ella, como tantas otras personas en Argentina, no tuvo la oportunidad de disfrutar del derecho a la salud reproductiva de manera natural. No hay sondeos oficiales, pero según las estadísticas nacionales, alrededor del 10% de las mujeres que se encuentran en edad fértil, tienen problemas para concebir. La única solución es recurrir a la fertilización asistida de forma privada que es inalcanzable para quienes no cuentan con los medios necesarios para financiar los elevados costos que esta requiere.
¿No es injusto que estas personas con tanto cariño para dar deban resignarse ante la idea de que jamás lograrán disfrutar del gran placer de tener un hijo? ¿No es más injusto aun que ese impedimento sea por cuestiones económicas? Tras una prolongada lucha en la que se llevaron a cabo movilizaciones, junta de firmas y el inmenso optimismo de parte de las Asociaciones de Pacientes, en junio de 2013 se sancionó la Ley Nacional 26.862 – decreto 956/2013- de Acceso Integral a los Procedimientos y Técnicas Médico Asistenciales de Reproducción Médicamente Asistida, que, basado en los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud garantiza: “toda obra social, empresa de medicina prepaga o, de no contar con ellas, el sistema de salud público, tiene la obligatoriedad de cubrir en su totalidad el comienzo , el diagnóstico, los medicamentos, las terapias de apoyo, los procedimientos y técnicas de tratamientos de alta y baja complejidad que incluyan o no la donación de gametos y/o embriones en hombres y mujeres mayores de edad, que hayan expresado su voluntad de ser padres”.
Sin embargo, la norma todavía es de acceso desigual. La cofundadora de la Asociación Civil Concebir, Estela Chardon indicó que si bien la ley fue regulada, no es suficiente para que se ponga en práctica en su totalidad, ya que quedaron lagunas legales. Agregó que, el 81% de los pacientes, se encuentran con el incumplimiento de algunas prepagas que piden requisitos que no están estipulados en la ley. Las obras sociales continúan negándose a cubrir los estudios previos y posteriores, al igual que los tratamientos e insumos importados.
“Es muy difícil tramitar la autorización de la cobertura. Te desalientan, no te dan información certera de cómo empezar el trámite ni de los certificados que hay que presentar”.Todoesto nos lleva a suponer, que ven la ansiada ilusión de promover la vida como un negocio privado, que no hace más que frustrar y resignar a aquellos desafortunados que intentan ser padres. Hoy en día, Nati sigue la lucha, con su notable y persistente esperanza, para que su beba se crie en una sociedad más justa, que aprenda a defender sus derechos y siempre, persiga sus sueños.